Una cosa que nos preguntan muchas personas que están pensando en comprar un Vehículo Eléctrico, es si tendrán que cambiar la batería y que se hace con ella.
Su conciencia ecológica se hace preguntas : ¿ Se pueden reciclar? , ¿Cuál es su Ciclo de Vida? .
Optimizar el ciclo de vida de las baterías es clave para evitar, en la medida de lo posible, el impacto ambiental que conlleva su fabricación así como el destino al final de su vida.
El incremento de la movilidad eléctrica supone un impacto Medio ambiental diferente al debido a los coches con motor de combustión interna ya sea diésel o de gasolina .
Los principales impactos medio ambientales de los motores de combustión vienen originados del uso del petróleo y de sus derivados tras el proceso de combustión. Los gases que salen por el tubo escape además son perjudiciales para la salud, pero también tienen un impacto Medio Ambiental los procesos previos, de extracción y refinamiento del petróleo.
Sin embargo, en los Vehículos Eléctricos, se elimina el impacto negativo en el Medio Ambiente y en la Salud que producen las emisiones del tubo de escape, pero se mantienen la emisiones CO equivalentes de las del proceso de fabricación del vehículo así como en la recolección de materiales para hacer baterías.
También hay que considerar el impacto Medio Ambiental durante la generación eléctrica para recargar la batería según de dónde provenga la electricidad. Teniendo un menor impacto Ambiental si la energía se obtiene de fuentes renovables.
Por ello, parece obvio garantizar una larga vida útil a los componentes de las baterías, aún cuando estas ya no ofrezcan el rendimiento adecuado dentro de un vehículo (con el uso, su capacidad de almacenamiento se ve reducida hasta acortar la autonomía a un rango en el que se hace necesaria la sustitución).
Un primer paso, que ya se tiene en cuenta en algunos coches eléctricos que se están comercializando, es el retorno de electricidad almacenada en el vehículo al consumo doméstico de la propia vivienda. De esta forma, se pueden aprovechar los momentos de demanda en los que el coche no va a circular, para consumir esa energía almacenada y, posteriormente, volver a cargarla cuando el suministro de la red esté siendo en un alto porcentaje procedente de fuentes de energía renovable.
Cuando la batería del coche es sustituida por una nueva, la antigua, que sigue teniendo una capacidad grande para otras aplicaciones, se puede emplear entonces como sistemas de almacenamiento de energía eléctrica en instalaciones de paneles solares o eólica.
Por ejemplo, en edificios de viviendas. De esta forma, se puede guardar parte de la energía absorbida durante las horas de sol para el suministro nocturno. Finalmente, cuando se agota su vida útil, una gran proporción de los materiales con los que son fabricadas puede reciclarse y volver a ser usado en la fabricación de nuevas baterías, evitando así la extracción de los mismos.
Normalmente, la vida media de una batería de coche eléctrico está sobre tres mil ciclos de carga completos, que se acerca los ocho años de vida útil si se hacen recargas con una frecuencia diaria.
Y según Consumer Reports, exprimiendo a tope la vida media de una batería esta puede superar los 320.000 Km. Así que si un usuario realiza sobre 20.000 Km al año, la batería durará 16 años.
Por lo que posiblemente el usuario decida cambiar de coche por desgaste de otros elementos que por casusa de la batería. Acabada la vida útil de la batería en el vehículo eléctrico es reconvertida para una segunda vida posiblemente en sistemas de almacenamiento de energía industriales o domésticos. De esta manera se consigue alargar el ciclo de vida de la batería de un vehículo eléctrico.